Tics nerviosos: cuando el cuerpo habla lo que el alma calla
¿Alguna vez has sentido que tu cuerpo habla por ti, aunque tú no hayas dado permiso? Un parpadeo insistente, un movimiento brusco del hombro, un carraspeo que se cuela en cada silencio… Los tics nerviosos son como pequeños mensajeros que interrumpen la rutina. Pero, ¿qué quieren decirnos realmente?
En este artículo te invito a descubrir el significado psicológico y emocional de los tics, con un lenguaje cercano, ejemplos sencillos y estrategias cotidianas para acompañarte o acompañar a quienes los sufren. Porque en Selfpsicólogos, en Majadahonda, creemos que cada síntoma tiene una historia que merece ser escuchada.
¿Qué son los tics nerviosos?
Imagina que dentro de ti hay un tambor que, en lugar de sonar con ritmo, golpea de forma inesperada. Así funcionan los tics: son movimientos o sonidos involuntarios, repetitivos y repentinos que aparecen sin pedir permiso.
Hay dos tipos principales:
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Tics motores: como encogerse de hombros, parpadear constantemente o hacer muecas.
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Tics vocales: como gruñidos, repetición de sonidos o carraspeo continuo.
Algunas personas los tienen durante unas semanas o meses (tics transitorios), pero en otros casos pueden hacerse persistentes y afectar el día a día. No siempre se notan al principio, pero se sienten con fuerza por dentro.
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Cuando el cuerpo grita lo que el corazón no puede decir
Un tic no es solo un impulso muscular: es muchas veces una forma de expresar emociones reprimidas, de aliviar tensiones acumuladas o de responder a una historia interna que aún no ha encontrado palabras.
La ciencia lo confirma. Estudios muestran que el estrés emocional, la ansiedad e incluso experiencias traumáticas pueden influir en la aparición o intensidad de los tics (Naranjo, M.L., 2009)
“Cuando no sabemos cómo decir lo que sentimos, el cuerpo a veces encuentra su propio idioma.”
Causas físicas y emocionales: un puente entre el cerebro y el alma
🔬 Causas físicas
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Neurológicas: Hay alteraciones en sustancias cerebrales como la dopamina.
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Genéticas: Los tics pueden pasar de generación en generación.
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Trastornos del desarrollo: El TDAH o el autismo suelen acompañarse de tics en algunos casos.
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Síndrome de Tourette: Un trastorno conocido por la presencia prolongada de tics motores y vocales.
❤️ Causas emocionales
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Estrés y ansiedad: Las emociones contenidas se traducen en tics como si fueran un suspiro del sistema nervioso.
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Eventos traumáticos: Vivencias difíciles pueden generar tics como respuesta inconsciente.
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Exceso de autoexigencia: El perfeccionismo y la vigilancia constante de uno mismo también pueden intensificarlos. Si te interesa este tema, puedes leer nuestro artículo: ¿Cómo ser menos perfecionista y autoexigente?
El impacto invisible: lo que no se ve, también duele
Los tics no solo afectan el cuerpo. También duelen por dentro, especialmente cuando provocan incomodidad, rechazo o aislamiento social.
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Vergüenza: “¿Qué pensarán si me ven hacer esto?” es una pregunta constante en quienes conviven con tics.
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Autoestima baja: Sentirse diferente puede generar inseguridad, sobre todo en la infancia o adolescencia.
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Soledad: A veces se evita el contacto social por miedo al juicio. Eso deja a la persona más aislada, y por tanto… más vulnerable al estrés, que a su vez aumenta los tics. Es un círculo.
Ejercicios cotidianos para aliviar la carga emocional de los tics
No hay fórmulas mágicas, pero sí maneras de hacer que el tic deje de ser un enemigo y pase a ser un aliado que te habla de lo que necesitas cuidar. Aquí van algunas estrategias que usamos en terapia:
🌿 1. El frasco de la calma
Crea un frasco transparente con agua, purpurina y pegamento líquido. Cada vez que sientas ansiedad, agítalo y observa cómo las partículas van cayendo lentamente. Este ejercicio sencillo ayuda a calmar el sistema nervioso y entrena la atención plena.
🖐 2. Técnicas de inversión del hábito (TIH)
Este enfoque enseña a detectar el momento previo al tic (esa “sensación premonitoria”) y sustituirlo por un gesto alternativo incompatible, como cerrar el puño suavemente o presionar los dedos. Trabajamos este método en consulta para personalizarlo.
🧘♀️ 3. Respiración 4-7-8
Inhala en 4 segundos, retén el aire 7 y exhala en 8. Este patrón respiratorio reduce la activación del sistema simpático, ese que activa los tics. Puedes practicarlo al despertar o antes de dormir.
Tratamientos posibles: de la comprensión a la acción
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Terapia psicológica: La terapia puede ayudar a gestionar los pensamientos automáticos, reducir la ansiedad y convivir mejor con los tics sin luchar contra ellos.
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Psicoterapia familiar: Cuando un niño tiene tics, la mirada del entorno cambia mucho. Incluir a la familia en la terapia mejora el pronóstico.
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Medicamentos: Solo si los tics son muy intensos y lo recomienda un médico. Suelen usarse en combinación con terapia.
Mitos que hacen daño
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❌ “Es solo nervios.”
✅ No siempre. Puede haber causas neurológicas de fondo. -
❌ “Se le pasará solo.”
✅ A veces sí, pero no siempre. El apoyo temprano mejora el bienestar. -
❌ “Eso es cosa de niños.”
✅ Los tics pueden continuar en la adultez, y merecen la misma comprensión.
¿Y ahora qué?
Si tú o alguien a quien quieres convive con tics, recuerda esto: no están solos. Escuchar el mensaje detrás del síntoma, comprenderlo y atenderlo con respeto puede transformar el sufrimiento en alivio.
En Selfpsicólogos, en Majadahonda, acompañamos estos procesos y te ayudamos. Porque detrás de cada tic, hay una historia. Y toda historia merece un lugar donde ser contada.
Escrito por el equipo de Self psicólogos en Majadahonda
Referencias científicas
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Conelea, C. A., & Woods, D. W. (2008). The influence of contextual factors on tic expression in Tourette’s Syndrome: A review. Journal of Psychosomatic Research, 65(5), 487–496.
- Pereira, M. L. N. (2009). Una revisión teórica sobre el estrés y algunos aspectos relevantes de éste en el ámbito educativo. Revista educación, 171-190.
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Verdellen, C. W., et al. (2011). Habit reversal training in Tourette syndrome: A review. Behavior Modification, 35(6), 486–503.